Esta semana le damos paso a mi pequeño incomprendido: COLESTEROL

Aunque es uno de mis temas favoritos y seguramente le dedique una sola publicación al colesterol…

Imagina que tienes que realizar un viaje en coche de 10 kilómetros para ir al supermercado.

1) En un escenario, estás conduciendo un coche nuevo, con un día espléndido y soleado, disfrutando de un excelente estado de ánimo. Estás recorriendo una autopista de cuatro carriles prácticamente vacía, siendo el único vehículo en la carretera. ¿Cuál es la probabilidad de llegar a tu destino de manera segura? Muy alta, prácticamente no existe riesgo de un accidente en estas condiciones.

2) Por otro lado, considera la situación opuesta. Estás conduciendo por una carretera convencional de doble sentido para el mismo trayecto. La carretera está llena de curvas, baches y grietas, apenas cabe tu antiguo y deteriorado coche, y es de noche con lluvia intensa y fuertes vientos. Además, has tenido un día difícil debido a problemas en el trabajo. ¿Cuál es la probabilidad de llegar al supermercado en estas circunstancias? Las probabilidades son mucho más bajas, ya que es más probable que ocurra un accidente en este entorno desafiante.

En esta analogía, las carreteras representan las arterias de tu cuerpo, a través de las cuales circulan los «vehículos» como el LDL, HDL, IDL, VDL, Quilomicrones, que transportan moléculas de colesterol y triglicéridos, entre otros. Es importante destacar que no existe el «colesterol bueno» ni el «colesterol malo», solo existe una molécula llamada colesterol, y estos vehículos actúan como transportadores para estas moléculas.

¡QUÉ NO TE ENGAÑEN!

¿Realmente crees que la culpa recae en el «pasajero» (colesterol) del «vehículo» (LDL)? O más bien, ¿es el entorno desfavorable que creas en tus arterias debido a un estilo de vida sedentario, el abuso de azúcares, una dieta proinflamatoria baja en omega 3 (de origen marino como los pescados) y rica en omega 6 (como el aceite de girasol, margarina, aceite de colza, sesamo, carne de cerdo blanca, exceso frutos secos como crema de cacahuete…), estrés crónico,  falta de descanso, exposición continua a la luz azul sin recibir suficiente luz solar, entre otros factores? 

Obviamente, el colesterol se convierte en un problema cuando tanto los vehículos como las carreteras están en mal estado, lo que puede provocar accidentes y la acumulación de colesterol en las arterias. La clave está en cuidar tu estilo de vida y no obsesionarse con el colesterol.